Hemos observado al realizar las
mediciones de las lluvias caídas en los últimos días, diferencias notables con
las mediciones que se registraron en otros pluviómetros de las proximidades.
Queremos saber si podemos fiarnos de
lo que nuestro aparato indica y para
ello, vamos a proceder a hacer otras mediciones, en el mismo lugar y para los
mismos momentos, con objeto de comprobar y sacar las conclusiones
correspondientes.
Sabemos que la lluvia no cae de manera totalmente uniforme y que,
aún en espacios cortos, puede variar la cantidad caída. Por eso, hemos colocado
en un espacio muy cercano otro artilugio casero para medir la cantidad caída en
ese punto, que por la cercanía, debe ser la misma.
Realizaremos varias mediciones, para
comprobar que la identidad o divergencia es siempre la misma o varía según
ocasiones. De estos hechos sacaremos conclusiones, tanto la que buscamos de
precisión de nuestro pluviómetros, como otras que puedan aparecer sin
buscarlas.
Como se aprecia en la fotografía, al
lado de nuestro pluviómetro hemos colocado una lata cuya base es completamente
plana, las pareces son planas y verticales a la base y la boca es del mismo
diámetro que la base.
Para medir
la cantidad de agua caída en la lata, tenemos que disponer de una regla como la
que ves más arriba.
Cuando
vayamos a medir, que ha de ser en el momento en que tomemos lectura del agua
del pluviómetro, metemos la regla dentro de la lata y miramos la altura que
alcanza en la regla, tomando la misma en milímetros. Cada milímetro es un litro de agua por metro
cuadrado.
Debemos repetir en una decena de
ocasiones las mediciones, para comenzar a valorar los resultados, tras las
comparaciones oportunas. Si se da siempre la misma diferencia, la podemos tomar
como definitiva y daríamos valor a las mediciones de la lata. Si no hay
diferencias, podremos aceptar como válidas las mediciones de nuestro
pluviómetro.
Ya eres un joven investigador y verás
que bonita e interesante es la tarea. Ojalá que esta experiencia sea la puerta
para realizar otras muchas, porque te haya gustado y convencido de lo
importante que es dudar y buscar la verdad.
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